En el post de hoy quiero hablaros de las bolsitas Naturnes de Nestlé. Como ya sabéis yo soy de cocinar todo lo que mi hijo come, ya sea por preferencia o ya sea por “deformación profesional”, porque así controlo al 100% lo que se come. Pero no siempre es posible, como toda madre no llego a todo y además en mi pequeña grande familia tratamos de tener un poco de vida y salir un poco de casa siempre que sea posible. Y salir implica casi siempre que alguna comida cae fuera. Por eso, en este tipo de situaciones, tiramos de algo preparado. A veces la comida la cocino y me la llevo en un termo, pero la merienda no me la llevo nunca preparada. He tenido la oportunidad de probar las bolsitas Naturnes y la verdad es que tanto a mi como a mi niño nos han encantado.
Os cuento, ahora sí, lo que me han parecido:
Primero de todo el formato: cómodo es poco. El echo de no ser un tarrito, facilita la tarea de dárselo (a un niño de un año, claro está). No hemos necesitado cuchara y él lo ha ido tomado como si fuera un “biberón”. Si es que se ha hasta divertido al ver que chupaba y la bolsa se deshinchaba 😉 Aparte de no tener que llevar una cuchara, también quiero resaltar la practicidad de la misma bolsita, ya que no ocupa nada, y los potitos de cristal ocupan mucho y además pesan en el bolso. Creo que ya vamos demasiado cargados cuando se sale con niños como para añadir peso extra 😉
La textura es buena también, ligera, ni demasiado líquida ni demasiado espesa.
El sabor es riquísimo también. A mi hijo -y a mi- nos han gustado mucho. No se por cuál de los nuevos sabores nos decantaríamos, ya que por suerte mi hijo come super bien y le han gustado todos. Destacaría las mezclas de sabores que quizá en casa uno no piensa en hacer, como el de manzana, zanahoria y mango, y que además permiten ofrecer frutas que no encontramos todo el año de temporada en cualquier época del año.
Ahora añado mi opinión como nutricionista y no sólo como madre: cabe destacar que no llevan azúcares añadidos, ni conservantes ni colorantes. Me parecen una solución práctica para situaciones en las que no es posible ofrecer algo fresco (o es difícil) y son de calidad. Aún y así, sigo prefiriendo y aconsejando dar la fruta fresca a diario en la alimentación de los pequeños y dejar este tipo de productos como algo más bien ocasional.